Hemos estado “haciendo” durante mucho tiempo. En los últimos casi 300 años de industrialización, hemos “avanzado” de una economía rural basada principalmente en la agricultura y el comercio, hacia una economía urbana, industrializada y mecanizada. Esto generó en un principio que las grandes masas tuvieran un mayor acceso a riquezas y renta per cápita. El desarrollo de la comunicación, las vías férreas, canales y carreteras, cambiaron la forma de ver y habitar al mundo.
Más adelante el desarrollo de la energía eléctrica marcó un antes y un después en el desarrollo de la tecnología, también marcó una diferencia entre las personas y aparecieron clases sociales como el proletariado y distintas expresiones políticas como el anarquismo, socialismo, comunismo… Estas diferencias entre las personas ya existían, sin embargo las clases sociales más desfavorecidas se agruparon para hacerse oír y exigir mejores condiciones de trabajo y de vida…Pero no nos detuvimos, ni los unos ni los otros…, seguimos “haciendo”: la revolución de los transportes (con la llegada del automóvil y del avión) y de la comunicación (creamos el teléfono y la radio) llegaron, y eso nos llevó directo a la globalización, la industrialización cambió su naturaleza, se expandió por distintos continentes y países, y se transformó también en la base de nuestra educación, ciencia y política (esto no ha cambiado en la actualidad: Nuestro sistema de educación sigue siendo el mismo, uno que premia la memoria y repetición y descarta la creatividad y la conexión con la propia inteligencia. La ciencia que sin importar cuantos informes presente con respecto a diversos temas, sólo son subrayados o tomados en cuenta aquellos que son convenientes para los políticos y sus campañas, por lo que para ser financiadas finalmente apuntan al desarrollo de más industria. Y la misma política en la que generalmente vemos discursos con fines personales o empresariales).
Al parecer tras la industrialización se ha hecho muy fuerte un nuevo dios llamado dinero, y éste sigue moviendo los impulsos para el avance de las sociedades. Las grandes transformaciones económicas a lo largo de la historia han sido el resultado del desarrollo de nuevas tecnologías de la comunicación más el desarrollo de nuevos sistemas de generación energética. Esto nos llevó a desarrollar Internet y también el uso de energías renovables, sin embargo, esto no nos ha acercado, no ha hecho que disminuya la diferencia entre los seres humanos, no ha logrado una sostenibilidad del planeta, no han cambiado los paradigmas, hay más riqueza pero sigue acumulándose entre algunos y la gran mayoría se deja anestesiar por quienes distribuyen la información...como si estos 300 años solo hubieran servido para seguir manteniéndonos bajo control y el avance no hubiera tenido ningún sentido: esta evolución técnico económica nos ha llevado finalmente a un desarrollo de la Inteligencia artificial, y en este punto me dan ganas de reír casi histéricamente, que locura!!!!!! ¿Qué paso con el desarrollo de NUESTRA inteligencia? Seguro que la gran mayoría ni siquiera ha oído hablar de la Inteligencia espiritual, cómo desarrollarla, qué nos aporta, cómo se manifiesta…..y es que desarrollar la propia inteligencia es peligroso para los poderes de esta sociedad, al desarrollar la propia inteligencia los “cuentos” de las religiones, los políticos, las farmacéuticas, tendrían solo dos opciones: caer o armonizarse a la vibración del amor que es lo único verdadero.
Hoy nos toca detenernos y dejar de “hacer”. En mi experiencia, el universo es tan generoso que si necesitamos algo, como individuos o sociedades, para trascender, evolucionar o aprender, y debido a nuestras creencias limitantes, al miedo, a hábitos tóxicos, a la ignorancia, a la conciencia de víctima, etc, no somos capaces de hacer los cambios necesarios por nosotros mismos, el universo (energía y consciencia infinita) lo hace por nosotros de manera abrupta y dolorosa.
El planeta no puede más, no hemos respetado ni el oxígeno que respiramos, los mares y las tierras están enfermas y nuestro fuego interno, que es nuestro espíritu ni siquiera es reconocido. Si, casi el planeta entero se ha detenido, pero no por una toma de conciencia, no desde el amor, sino por miedo (algunos no se han detenido ni por miedo, en estados unidos, siguen poniendo primero el sistema económico antes que cualquier cosa), por lo que este proceso desde luego está siendo doloroso. Ya no podemos echar marcha atrás y hemos de pasar por el aislamiento, hemos de dejar de “hacer” y dejarnos sentir profundamente este dolor que nos embarga, acogerlo en nuestro corazón es la única manera de que no se transforme en sufrimiento y transformarlo en compasión. Es momento de tomar las riendas de nuestra evolución espiritual, esto hará que salgamos fortalecidos y unidos en pro de una consciencia colectiva elevada. “Verdad, simplicidad y amor”
Estoy de acuerdo contigo 100%. Precioso escrito lleno de verdades. Un abrazo y mucha energia para ti Danniela y para toda la comunidad de Tantra Spiritual Fitness.